Construir la Política Láctea - 21 de Octubre de 2014

2014-10-21

​​​​Asoleche propone una política integral que propenda por el desarrollo lácteo en todos los eslabones de la cadena productiva. Existen amenazas pero también oportunidades; falencias en competitividad pero también una cultura ganadera y lechera posicionada a nivel nacional, así como un eslabón industrial que invierte continuamente en tecnología de proceso y desarrollo de productos.

La leche que se queda en finca en épocas de abundancia, así como la informalidad del mercado lácteo, deben ser vistas como oportunidad de crecimiento para el sector. Esta oferta de leche bajo la ejecución de una política láctea integral, permitiría a Colombia posicionarse en mercados de exportación. Actualmente las exportaciones lácteas del país son oportunistas, responden a situaciones coyunturales y no tienen continuidad.

Elementos para una política láctea integral:

Primero, garantizar la absorción industrial de la leche producida en el país, a través de contratos de proveeduría que fortalezcan el vínculo entre productor e industria.

Segundo, y directamente relacionado con el anterior, tener un precio de compra para los volúmenes adicionales de producción, con referencia a los precios internacionales más competitivos. Tanto los volúmenes adicionales como su precio de compra, deberán ser definidos a través de un estudio técnico económico elaborado por un ente imparcial.

Tercero, promover la exportación de los volúmenes de producción adicionales que entren al sistema formal, para consolidar al país como potencia exportadora de leche y derivados lácteos. Debe revisarse la relevancia de las exportaciones a nivel país, mediante alianzas y sociedades de industria y productores de leche.

Por último, contar con un instrumento de parafiscalidad eficiente, que promueva la mayor productividad del sector, acompañe y brinde asistencia técnica al productor de leche, y actúe como mecanismo de estabilización de precios y fomento a la exportación. Los recursos parafiscales tienen la naturaleza de recursos públicos, por lo cual su administración debe estar sujeta a los más altos estándares de transparencia.

¿Por qué no comprar toda la leche que se produce en el país?

Hay que tener en cuenta la brecha existente entre compradores formales e informales. Mientras los primeros, industria láctea legalmente establecida, que paga impuestos, contribuciones parafiscales y es sujeto de inspección, vigilancia y control por parte de gobierno, están regulados y deben cumplir con el pago de un precio base, los segundos pueden bajar y subir precios libremente, de acuerdo a la coyuntura del mercado, y sin ningún tipo de control ni sanción en caso de traspasar los límites de la resolución 17 de 2012 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.

En segundo lugar, la industria absorbe la oferta de leche fresca que está en capacidad de comercializar en el mercado interno o en mercados de exportación. Si no hay espacio para posicionar los volúmenes adicionales de producción, se procesará la cantidad de leche extra que pueda mantenerse en inventarios, como contingencia pero nunca como solución estructural, por lo cual en cuestión de poco tiempo la “enlechada” se manifestará en el campo.